...Entonces él les refirió esta parábola, diciendo:
¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja a las noventa y nueve restantes en un lugar seguro del desierto, y va en busca de la extraviada, hasta encontrarla?
Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Regocijaros conmigo, porque he encontrada mi oveja perdida.
¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja a las noventa y nueve restantes en un lugar seguro del desierto, y va en busca de la extraviada, hasta encontrarla?
Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Regocijaros conmigo, porque he encontrada mi oveja perdida.